El destino cruzó nuestras vidas un día cualquiera...
lo aceptamos de inmediato, no nos preguntó siquiera...
si amigos queríamos ser.
Sin preguntarnos casi nada,entre nosotros, nació este bello sentimiento llamado Amistad.
Juntos hicimos un pacto,de respeto y lealtad...
Y a pesar de la distancia, todos sabemos que del otro lado
del monitor y el teclado, hay una mano que se extiende,
una sonrisa que no vemos; una palabra que alienta,
y un corazón que espera...
Porque para la amistad verdadera no hay distinción de sexos, edad, ni color...
No hay distancia ni fronteras, mientras haya almas que se entiendan.

No hay comentarios:
Publicar un comentario